¡Hola bellezas!
Mantener una piel
sana, sea del tipo que sea, requiere tan sólo seguir unos hábitos de vida
saludables. Una dieta adecuada, dormir lo suficiente, un poco de ejercicio, la
higiene diaria, son pautas de todas sabidas, pero que a menudo olvidamos. Y no
deberíamos hacerlo: sirven para
mantener la salud de todo el organismo y, por supuesto, de la piel, que
es el mayor órgano que poseemos y el que más refleja las malas costumbres.
A pesar del ritmo de vida actual no es tan
difícil llevarlos a cabo, sólo hay que programar
bien el día y convertir estos hábitos en rutina. Al cabo de unas semanas
están tan integrados en el ritmo diario que no sólo no supondrán una carga,
sino que proporcionarán estabilidad y
placer.
La piel refleja mejor que cualquier otro
órgano el tipo de vida que llevamos. Y no sólo porque es el órgano más grande,
sino porque es el que está en contacto
con el exterior y nos protege de las agresiones diarias. Pero, además, la piel está íntimamente relacionada con el sistema
nervioso ya desde el embrión, y es por ello que nuestra situación
anímica se evidencia de forma tan clara a través de la piel.
Mantener su salud no es complicado, pero sí hay que seguir unos hábitos de vida lo más
sanos posibles. No es,
pues, sólo una cuestión cosmética.
No podemos esperar que una crema obre milagros, sino que nos ayude a mantener
sana la piel. La cosmética tiene esta función: ayuda a proteger, hidratar,
nutrir y regenerar la piel, entre otras cosas, pero nos toca a nosotras
mantener su salud y evitar en lo posible las agresiones (beber alcohol en
exceso, fumar, comer grasas…)
Piel sana en un cuerpo sano
Parafraseando el conocido dicho mens sana in corpore sano (mente sana en un cuerpo sano), mantener unos hábitos de vida saludables es lo mejor para la piel. Y podemos resumirlos en seis:
1. Higiene. Es la primera regla y la más importante. Hay que limpiar la piel del rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, con un cosmético adecuado al tipo de piel. El agua sola no basta, ya que no es capaz de disolver la grasa y la suciedad, pero tampoco son convenientes jabones agresivos que puedan alterar su pH y producir reacciones indeseadas en la piel. Después de limpiar, hay que tonificar con una loción que estimule la circulación sanguínea, cierre los poros, equilibre y calme el cutis.
2.
Hidratación. La piel tiende a la pérdida de agua y hay que reponerla. Por fuera,
con un cosmético diario, por supuesto adecuado al tipo de piel, y por dentro
bebiendo agua y otros líquidos. Además de reponer el líquido perdido, el agua mantiene el cuerpo limpio de toxinas y
ayuda a la evacuación intestinal, algo importantísimo para la piel.
3.
Nutrición. Una alimentación equilibrada
rica en frutas y verduras frescas y en proteínas de calidad, como las
carnes magras y los pescados azules, contribuye a mantener tanto el agua como
la grasa de la piel en buen estado. Además, le aporta las vitaminas y minerales necesarios para que se repare y brille.
También hay que nutrir de forma tópica,
con cremas de día que protejan la piel de las agresiones
medioambientales como la contaminación o el humo del tabaco, una de las
causas más importantes de degradación del colágeno. Además, y según las
necesidades particulares, es conveniente aplicar periódicamente mascarillas que nutran en profundidad.
4.
Descanso. Se ha dicho muchas veces, pero es que es absolutamente cierto: Dormir es sin duda la mejor cura de belleza,
ya que es de noche cuando la piel pone en marcha sus mecanismos de
reparación natural. Es el momento de utilizar los cosméticos de noche
para que repongan las sustancias activas perdidas durante el día y regeneren la
piel, evitando su envejecimiento.
5.
Ejercicio. La práctica de un deporte, el baile o sencillamente andar media hora
a diario favorecen la circulación
sanguínea y linfática, oxigenando todos los tejidos y eliminando toxinas,
algo imprescindible para que la piel reciba todo el aporte de nutrientes a través
de la sangre y se mantenga firme y sana. De hecho, en los últimos años los
médicos aconsejan especialmente andar mejor que cualquier otro ejercicio,
incluso mejor que correr, ya que caminar activa todo el organismo, incluida la
mente, y no provoca el desgaste de otras actividades físicas.
6.
Protección
solar. La exposición a los rayos ultravioletas es una de las agresiones más
importantes que sufre la piel a diario, causando su envejecimiento además de
otros problemas mayores. Es imprescindible
usar un protector solar a diario, adecuado al tipo de piel según el
fototipo cutáneo de cada uno (piel clara, morena, sensible, etc.).
Hasta aquí podríamos decir que son los
cuidados básicos que todas debemos seguir pero también es necesario incluir unas sencillas rutinas de belleza
semanales, consistentes en exfoliar y aplicar una mascarilla. Tu piel se
encuentra en un estado de regeneración permanente, pues las células nuevas que
se forman en la base de la epidermis se desplazan lentamente hacia la
superficie. En ese proceso que dura entre 15 y 21 días en las pieles jóvenes y
se alarga al doble en la piel madura, las células van alisándose y perdiendo
hidratación.
Con la exfoliación
eliminamos estas células muertas y ayudamos a disolver la grasa, lo que ayuda a
la piel a estar más suave y luminosa y favorece la penetración de cremas y
mascarillas. Es importante que utilices un gel exfoliante suave, con
propiedades astringentes y calmantes.
Constantemente estamos
sometidas a factores que afectan a la piel de nuestro rostro, algunos externos
como la contaminación, el tabaco, la exposición a los rayos UV o el frio y el
viento; y otros internos, como las dietas desequilibradas, el alcohol, la
cafeína, el tabaco o el estrés… Para combatirlos es recomendable la aplicación
2 ó 3 veces a la semana de una mascarilla hidratante si tu piel es normal con
tendencia a seca, y una mascarilla astringente si tu piel es normal con
tendencia a grasa. Utilízalas después de la limpieza, deja actuar entre 5 y 15
minutos, y aclara con agua.
Siguiendo estos sencillos
consejos, que siga pasando el tiempo que nosotras nos reiremos de él :)
Nota: Las imágenes están tomadas de la red. Si eres el propietario y no quieres que salgan en este blog por motivos de copyright por favor ponte en contacto conmigo para que las retire. Gracias.
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