10 ene 2013

Cuidados básicos para mantener una piel joven

¡Hola bellezas! 
Mantener una piel sana, sea del tipo que sea, requiere tan sólo seguir unos hábitos de vida saludables. Una dieta adecuada, dormir lo suficiente, un poco de ejercicio, la higiene diaria, son pautas de todas sabidas, pero que a menudo olvidamos. Y no deberíamos hacerlo: sirven para mantener la salud de todo el organismo y, por supuesto, de la piel, que es el mayor órgano que poseemos y el que más refleja las malas costumbres.

A pesar del ritmo de vida actual no es tan difícil llevarlos a cabo, sólo hay que programar bien el día y convertir estos hábitos en rutina. Al cabo de unas semanas están tan integrados en el ritmo diario que no sólo no supondrán una carga, sino que proporcionarán estabilidad y placer.
La piel refleja mejor que cualquier otro órgano el tipo de vida que llevamos. Y no sólo porque es el órgano más grande, sino porque es el que está en contacto con el exterior y nos protege de las agresiones diarias. Pero, además, la piel está íntimamente relacionada con el sistema nervioso ya desde el embrión, y es por ello que nuestra situación anímica se evidencia de forma tan clara a través de la piel.
Mantener su salud no es complicado, pero sí hay que seguir unos hábitos de vida lo más sanos posibles. No es, pues, sólo una cuestión cosmética. No podemos esperar que una crema obre milagros, sino que nos ayude a mantener sana la piel. La cosmética tiene esta función: ayuda a proteger, hidratar, nutrir y regenerar la piel, entre otras cosas, pero nos toca a nosotras mantener su salud y evitar en lo posible las agresiones (beber alcohol en exceso, fumar, comer grasas…)

Piel sana en un cuerpo sano

Parafraseando el conocido dicho mens sana in corpore sano (mente sana en un cuerpo sano), mantener unos hábitos de vida saludables es lo mejor para la piel. Y podemos resumirlos en seis:

1.      Higiene. Es la primera regla y la más importante. Hay que limpiar la piel del rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, con un cosmético adecuado al tipo de piel. El agua sola no basta, ya que no es capaz de disolver la grasa y la suciedad, pero tampoco son convenientes jabones agresivos que puedan alterar su pH y producir reacciones indeseadas en la piel. Después de limpiar, hay que tonificar con una loción que estimule la circulación sanguínea, cierre los poros, equilibre y calme el cutis.

2.      Hidratación. La piel tiende a la pérdida de agua y hay que reponerla. Por fuera, con un cosmético diario, por supuesto adecuado al tipo de piel, y por dentro bebiendo agua y otros líquidos. Además de reponer el líquido perdido, el agua mantiene el cuerpo limpio de toxinas y ayuda a la evacuación intestinal, algo importantísimo para la piel. 


3.      Nutrición. Una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras frescas y en proteínas de calidad, como las carnes magras y los pescados azules, contribuye a mantener tanto el agua como la grasa de la piel en buen estado. Además, le aporta las vitaminas y minerales necesarios para que se repare y brille



     También hay que nutrir de forma tópica, con cremas de día que protejan la piel de las agresiones medioambientales como la contaminación o el humo del tabaco, una de las causas más importantes de degradación del colágeno. Además, y según las necesidades particulares, es conveniente aplicar periódicamente mascarillas que nutran en profundidad.




4.      Descanso. Se ha dicho muchas veces, pero es que es absolutamente cierto: Dormir es sin duda la mejor cura de belleza, ya que es de noche cuando la piel pone en marcha sus mecanismos de reparación natural. Es el momento de utilizar los cosméticos de noche para que repongan las sustancias activas perdidas durante el día y regeneren la piel, evitando su envejecimiento.


5.      Ejercicio. La práctica de un deporte, el baile o sencillamente andar media hora a diario favorecen la circulación sanguínea y linfática, oxigenando todos los tejidos y eliminando toxinas, algo imprescindible para que la piel reciba todo el aporte de nutrientes a través de la sangre y se mantenga firme y sana. De hecho, en los últimos años los médicos aconsejan especialmente andar mejor que cualquier otro ejercicio, incluso mejor que correr, ya que caminar activa todo el organismo, incluida la mente, y no provoca el desgaste de otras actividades físicas.



6.      Protección solar. La exposición a los rayos ultravioletas es una de las agresiones más importantes que sufre la piel a diario, causando su envejecimiento además de otros problemas mayores. Es imprescindible usar un protector solar a diario, adecuado al tipo de piel según el fototipo cutáneo de cada uno (piel clara, morena, sensible, etc.).


Hasta aquí podríamos decir que son los cuidados básicos que todas debemos seguir pero también es necesario incluir unas sencillas rutinas de belleza semanales, consistentes en exfoliar y aplicar una mascarilla. Tu piel se encuentra en un estado de regeneración permanente, pues las células nuevas que se forman en la base de la epidermis se desplazan lentamente hacia la superficie. En ese proceso que dura entre 15 y 21 días en las pieles jóvenes y se alarga al doble en la piel madura, las células van alisándose y perdiendo hidratación.

Con la exfoliación eliminamos estas células muertas y ayudamos a disolver la grasa, lo que ayuda a la piel a estar más suave y luminosa y favorece la penetración de cremas y mascarillas. Es importante que utilices un gel exfoliante suave, con propiedades astringentes y calmantes.




Constantemente estamos sometidas a factores que afectan a la piel de nuestro rostro, algunos externos como la contaminación, el tabaco, la exposición a los rayos UV o el frio y el viento; y otros internos, como las dietas desequilibradas, el alcohol, la cafeína, el tabaco o el estrés…  Para combatirlos es recomendable la aplicación 2 ó 3 veces a la semana de una mascarilla hidratante si tu piel es normal con tendencia a seca, y una mascarilla astringente si tu piel es normal con tendencia a grasa. Utilízalas después de la limpieza, deja actuar entre 5 y 15 minutos, y aclara con agua.



Siguiendo estos sencillos consejos, que siga pasando el tiempo que nosotras nos reiremos de él :) 

Nota: Las imágenes están tomadas de la red. Si eres el propietario y no quieres que salgan en este blog por motivos de copyright por favor ponte en contacto conmigo para que las retire. Gracias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Muy interesante todo. Este año tengo que concienciarme y dejar de ser tan vaga porque me cuesta mucho seguir mi rutina de cuidados.
Tania

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