Ni en mis peores sueños pensé que sería el tipo de persona que se gastaría 40 euros en una crema limpiadora.
Tengo una piel muy sensible, tanto, que al mínimo roce se me quedan unas antiestéticas marcas rojas con lo cual elijo con mucho cuidado y esmero todos los productos que me aplico. Hace unas semanas, tuve la oportunidad de probar unas muestras de este limpiador y quedé totalmente fascinada con él aunque esa fascinación se convirtió en incredulidad al ver el precio de este botecito por internet.
Cuesta muchísimo justificar ese precio cuando en el mercado existen infinidad de cremas limpiadoras muy buenas y que cumplen a la perfección lo que prometen, pero a veces a las mujeres nos dan unos pequeños brotes de locura y cuando aún me estaba preguntando el por qué de ese precio ya estaba sacando la tarjeta para pagar mi nueva adquisición. Really?.
He de decir después de un tiempo de uso que estoy encantadísima con este producto y que es una de las mejores compras que he hecho últimamente.
Tiene una consistencia lechosa y es una delicia sentir lo hidratada que deja la piel una vez que la retiras gracias a la mezcla de leche y aloe vera. Es una crema muy sedosa, de textura muy ligera y con una mezcla de ácidos de fruta que ayudan a eliminar con suavidad las células muertas de la piel, junto con las toxinas y el maquillaje. Además ayuda a regenerar la piel proporcionando antioxidantes y vitaminas. Aumenta el colágeno, restaura la elasticidad, es antioxidante y muy suavizante. Lo mejor, no contiene parabenos y la manzanilla, lavanda y té verde ayudan a calmar, restaurar y reducir la inflamación de las pieles sensibles como la mía.
Sin duda, un cóctel de maravillosos ingredientes que aportan todo lo necesario en la limpieza y el cuidado de nuestro cutis.